Hace unos días leí un artículo en el Hoy de Extremadura sobre la demanda presentada por un matrimonio (Artículo). Al parecer Lorenzo y Ana, que así se llaman los dos padres, profesores de secundaria llevan 5 años de quejas formales y 2 de administrativas para conseguir que desapareciesen crucifijos y estampas de Vírgenes frecuentes en sus clases y actos litúrgicos que el colegio realiza fuera de sus instalaciones, pero dentro del horario lectivo. Es importante remarcar que estamos hablando de un Colegio Público (Ortega y Gasset de Almendralejo), esto es, financiado enteramente con fondos públicos.
Durante estos años estos padres han estado en un limbo jurídico, por llamarlo de alguna manera; ahora que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) está a punto de pronunciarse sobre el tema, la Consejería de Educación ha ordenado retirar al colegio Ortega y Gasset todo tipo de simbología religiosa de las aulas en las que reciben clases sus hijos, así como de las zonas comunes del centro. Además el propio Losada aclara:
«La letrada de la Junta nos intentó paralizar el proceso pero no lo lograron porque tiene que ver con los derechos fundamentales. Por eso pasó al TSJEx, que no ha llegado a decidir. Un día antes de su pronunciamiento (6 de septiembre), Educación lo evitó al mandar al colegio almendralejense que retirase crucifijos y otros símbolos religiosos.»
«La letrada de la Junta nos intentó paralizar el proceso pero no lo lograron porque tiene que ver con los derechos fundamentales. Por eso pasó al TSJEx, que no ha llegado a decidir. Un día antes de su pronunciamiento (6 de septiembre), Educación lo evitó al mandar al colegio almendralejense que retirase crucifijos y otros símbolos religiosos.»
Si lo afirmado por el señor Losada es cierto, en primer lugar me parece gravísimo que una Administración Pública, que debe únicamente aplicar la legislación vigente, se pronuncie hacia un sentido u otro, hasta el punto de intentar paralizar el proceso, eso de por sí, ya es denunciable.
Pero la historia no termina ahí, el mismo periódico publico una entrevista con el Director del Centro (Entrevista), donde aunque parece no mojarse, con respuestas como:
-Cómo director, ¿Qué le parece esta medida?
-No me parece nada. Soy un funcionario, me llega la instrucción de la Delegación Provincial y yo la hago cumplir.
En realidad si escarbamos un poco, vemos claramente que el señor director está en contra de la medida de la Consejería.
Pero como no podía ser menos, la historia continúa, ahora la AMPA del Colegio se moviliza para ir a la Justicia para mantener los crucifijos (Artículo), y se permiten hacer declaraciones como estas: «¿Y ahora qué pasa con la fiesta de Navidad?»,o“No sé por qué molesta el crucifijo”, ambos titulares de artículos del mismo periódico.
Ahora recordemos que el Tribunal de Estrasburgo ya declaró que el crucifijo en el aula viola la libertad religiosa, después de una demanda presentada por una ciudadana italiana (cierto es, que Italia ha presentado un recurso, que ha sido admitido a trámite, pero parece muy difícil que la sentencia varíe). En España ha habido algunos casos como el de Valladolid, que terminará por llegar antes o después al Tribunal Europeo. Es cierto que quedan años para que el conflicto se solucione, pero el sentido común y las leyes europeas y españolas (la Constitución y la Ley de Libertad Religiosa (1980)); amparan la retirada de los crucifijos y símbolos religiosos de los Centros Públicos. Recordemos el artículo 16.3 de la Constitución Española "ninguna confesión tendrá carácter estatal".
Como siempre que surgen este tipo de temas, hay un grupo de gente que propaga una serie de comentarios que provocan la alarma social entre los más crédulos, como "nos van a quitar la Navidad" (fiesta pagana antes que cristiana, desde la celebración del Solsticio de Invierno, hasta una fiesta honor al dios Mitra), "dentro de poco harán que nuestros hijos estudien el Coram" (también incumpliría la Constitución), ... Así como una serie de argumentaciones, a cada cuál más absurda: "es una tradición" (también lo eran la esclavitud, la lucha de gladiadores o el derecho de pernada, y en algunas culturas que el hombre pegue a la mujer; por lo que el hecho de ser una tradición no es una justificación); "En una sociedad democrática se debe hacer lo que decida la mayoría" (Cierto siempre que no vaya en contra de los derechos fundamentales, como es en este caso).
Creo que es muy evidente cuál es mi postura al respecto. No se trata de una ataque a los cristianos, para acabar con su religión y costumbres (como algunos quieren hacer creer), se trata de defender una serie de derechos fundamentales. Y sino, que harían todos los que están en contra si en las aulas en lugar de crucifijos y estampitas de la Virgen hubiera medias lunas y versos del Coram, o mejor aún un cartel bien grande que ponga "DIOS NO EXISTE, LA BIBLIA Y EL CORAM SON MENTIRA", ¿Estarían también en contra de la retirada de esos símbolos?. Alguno dirá eso es diferente; pues no amigo no, no es diferente, aunque una inmensa mayoría de los españoles sean católicos, el Estado y sus Administraciones Públicas (incluidos los colegios) no lo son, son ACONFESIONALES, por lo que no se puede dar preferencia a unas creencias sobre otras. Así que vayan asumiéndolo, porque habrá más demandas como esta y al final se impondrá el sentido común.
Si quieren que sus hijos reciban una educación religiosa, la ley los ampara, para eso están los Colegios Privados, pero si quieren llevar a sus hijos a un Colegio Público, financiado con fondos públicos, tendrán que hacerlo bajo la condición de la Aconfesionalidad.
Como ya he dicho esto es un debate que va para muy largo, y con muchas sentencias contradictorias, hasta que como siempre, Europa nos dé un tirón de orejas y tengamos que hacer rápido y corriendo, lo que no hemos sido capaces de hacer por nosotros mismos de una manera consensuada y ordenada.
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