jueves, 16 de diciembre de 2010

CONSEJOS Y TRUCOS - War and Peace - 1796 - 1815


El juego no dispone de códigos o cheats para usarlos. No obstante, existen una serie de trucos que pueden llevarse a cabo. Además de los consejos dados en la sección de Jugabilidad, voy a dar algunos consejos adicionales.

En primer lugar es importante hacer y usar los espías, tal como se ha explicado en la sección anterior. Para conquistar las capitales con espías, intenta que dos naciones enemigas se peleen entre sí, y que una conquiste a la otra la capital.

La forma más fácil de ganar es no entrar (si podemos) en guerra con ninguna nación importante, e ir conquistando las ciudades de las distintas naciones neutrales, así ganaremos ciudades (con sus industrias y granjas) sin perder demasiadas tropas, mientras que las otras naciones se pelean entre ellas. Luego conquistar con espías todas las ciudades de las naciones enemigas (todavía sin entrar en guerra). Nunca dejes a varias naciones a la vez, sólo con la capital, te declararán la guerra a la vez. Debes dejarles una ciudad adicional, e ir "aniquilando nación por nación".

Una forma de que el enemigo pierda tropas rápidamente es usar una caballería rápida de señuelo, las tropas enemigas la seguirán hasta donde quieras llevarlas, llévalas cerca de tus ciudades, para que las defensas de la ciudad te ayuden a derrotarlos con rapidez.

Si te asedian una ciudad y no tienes cuartel, destruye un edificio y crea uno en la propia ciudad, y fabrica la caballería más barata y ve directamente a destruir su artillería, aunque la caballería se empeñe en enzarzarse en peleas con las otras tropas, oblígalas a ir a por la artillería, aunque tengas que ordenarlo 10 veces a la misma tropa. Si acabas con la artillería no te conquistarán la ciudad.

Otra forma de deshacerte de tropas enemigas es hacer que te persigan hacia donde hay tropas de una tercera nación con la que estén en guerra. Se pelearan entre ellas.

Dejamos para el final el mejor truco de todos (claramente un bug del juego), construye 59 tropas, y después pausa el juego. En teoría podrías construir una sola tropa más, la realidad es que como te falta una, el juego te permite acceder a tus cuarteles para que la construyas, pero no te pone límite a la hora de construir por lo que puedes construir 9 tropas. Si esto lo hacemos en todos los cuarteles que tengamos a la vez, podremos construir 9 tropas más por cada cuartel del que dispongamos. Yo he llegado a tener 400 tropas. La única limitación serán los recursos de los que dispongamos (generalmente los 100.000 oro y los 10.000 hombres máximos). De ahí que al final sólo se hagan tropas baratas (así podemos hacer muchas más). Este truco lo debemos hacer con antelación a un ataque, ya que habrá cuarteles en las distintas partes del mundo, y después deberemos trasladar todas esas tropas (algunas deben atravesar medio mundo) hacia el lugar de reunión.

Si encontráis más trucos, hacérmelo saber ;)

JugabilidadÍndiceManual


miércoles, 15 de diciembre de 2010

JUGABILIDAD - War and Peace - 1796 - 1815


Sin duda una de las partes más flojas del juego, con muchos errores desde mi punto de vista garrafales. Veámoslo por partes.

CIUDADES. 

En primer lugar, el juego ya nos pone una limitación al estar todas las ciudades ya construidas, por lo que no se puede hacer como el en Civilization, o cualquier otro de este tipo, donde construyes una ciudad donde te interesa. Por lo tanto el juego de por sí ya es estático.

La construcción de edificios es cuanto menos curiosa, debemos derribar una casa para poder construir uno de los edificios ofrecidos. Según el tamaño de las ciudades podremos construir desde 2 edificios a 5.



Si queremos construir un edificio nuevo, y no tenemos espacio, deberemos aplicar la llamada "Política de la Tierra Quemada". Arrasamos el lugar con el coste correspondiente, después retiramos los escombros con el consiguiente coste y por último construiremos el edificio deseado. Esto cuesta tiempo y dinero, aunque a veces es indispensable.



Otra cosa de las que se echan en falta es que las ciudades son completamente estáticas; es decir no crecen ni decrecen en población y siempre tienen en mismo tamaño, lo que hace que el manejo de las ciudades sea aburrido.

EDIFICIOS. 

Otra de las cosas malas, es la poca variedad de edificios, sólo podemos elegir entre 12 de ellos, y según jugamos nos damos cuenta que muchos no sirven para nada. Por ejemplo el Faro, sirve para reclutamiento de corsarios, pero tampoco es que tengan (salvo la velocidad) mejores prestaciones que los barcos normales, por lo que es un edificio del que podemos prescindir. El Hospital es uno de los edificios que más promete, pero que al final no sirve para nada, más que nada, porque aunque cura a las unidades, te cobra más o menos lo mismo que lo que cuesta una unidad nueva, para eso la haces nueva... El Comercio es quizás el que menos vale de todos, en principio te proporciona Oro según los aliados que tengas, pero como el juego hace que al final prácticamente no tengas aliados, no te aporta nada, llegando a producir en muchos casos la bonita cantidad de 0 monedas de oro. El "Arco del Triunfo", podría ser útil si el juego fuera lógico, ya que impide sublevaciones, pero en todo el tiempo que he tenido, nunca se me ha sublevado una ciudad... Por último recomiendo tener como mucho una Universidad; en principio los puntos de ciencia son importantes, porque nos proporcionan mejoras a nuestra nación. La realidad es que esas mejoras no dan una ventaja real a la hora de jugar, las reducciones de costes y los avances son cuanto menos de risa. Aún así recomiendo una Universidad para completar todas las investigaciones. Después no olvidéis derribarla...

En resumen nos tenemos que quedar con los Cuarteles, que nos dan tropas, con las Industrias, que nos dan Oro, con las Granjas, que nos dan hombres, con el Astillero Naval, que proporciona barcos, con la Academia Militar que proporciona oficiales, y con el Cuerpo de Guardia, que genera la tropa más valiosa los espías. 

Por último si nos sobra el oro (cosa que sucederá antes o después en la partida) podemos hacer Fuertes y Fortalezas, para que la resistencia de las ciudades a los ataques sea mayor.

RECURSOS. 

La cuestión de los recursos es de risa; nunca he visto unos recursos que se gestionen tan mal. El oro se consigue como ya hemos dicho con Industrias, cuantos más industrias, más oro al mes. Los hombres se consiguen con Granjas, a más granjas, más hombres al mes. Los puntos de ciencia se consiguen con las Universidades, como ya hemos dicho no sirven para nada (aunque pueda al principio parecer que sí). Se pueden llegar a conseguir más de 115.000 de oro al mes y más de 10.000 hombres al mes.

Lo primero que me llama la atención son los costes de los edificios, ejércitos, etc., no tienen sentido ninguno, y en muchos casos son desproporcionados o ridículos, dependiendo del caso.

Pero quizás lo más ridículo son las cantidades límite a alcanzar, siendo de 100.000 de Oro, 10.000 hombres y 10.000 puntos de ciencia. Cantidades que se alcanzan a mediados de la partida con bastante facilidad, lo que hace que todo lo extra generado es como si no existiera. Lo peor son los puntos de ciencia, ya que una vez que tienes todos los avances, se acumulan y no sirven para nada, de ahí lo de derribar la Universidad. 



DIPLOMACIA. 

Otra de las cosas de las que cojea el juego, la diplomacia es cuanto menos de risa. Después de jugar un par de partidas, nos damos cuenta que la diplomacia en este juego no sirve para nada. Los enemigos parecen tontos y no paran de mandarnos mensajes como "Me estáis empezando a molestar", y lo repiten una y mil veces. Las ofertas que te hacen los enemigos o aliados también son de risa. Parecen saber siempre de que recursos escaseas y te envían una oferta, pero tu nunca sabes de cuantos recursos disponen ellos, y es muy extraño que te acepten una oferta. Veamos primero el Menú de Diplomacia:



A la izquierda de la pantalla, vemos los cuadros de los líderes de las 6 naciones principales. Hay podemos ver los aliados y enemigos de cada una de las naciones. Justo debajo disponemos de 4 botones que tienen distintas funciones. Aunque si queremos mandar un mensaje diplomático a cualquier nación bastará con pulsar encima del retrato del jefe de la nación que deseemos.

El primer botón de abajo, empezando por la izquierda sirve para mandar un mensaje diplomático. Empezaremos por elegir una nación.




Una vez que hemos elegido la nación a la que deseamos hacer una propuesta, nos aparecen las pocas opciones disponibles: Nada, Una Amenaza de Guerra, Una Declaración de Guerra, Una Ciudad, Hombres, Oro y Puntos de Ciencia. Como poco echamos en falta cosas como: una alianza, ayuda en una guerra contra un enemigo común, acuerdos comerciales,... Pero quizás el fallo más grande sea a la hora de pedir la paz a un país con el que estamos en guerra. Para pedir la paz siempre debemos ofrecer algo, normalmente una de nuestras ciudades para que el enemigo acepte. El problema es que a veces nos interesa pedir la paz a naciones a las que estamos machacando. A mi se me ha dado el caso de estar en guerra con Rusia y quitarle 12 ciudades, y ellos a mi ninguna, dejándoles sólo con Moscú, y querer firmar la paz con ellos por cuestiones tácticas (veremos porque en la parte de Tropas), y ellos no aceptan a menos que le demos una ciudad, cuando en la realidad ellos pagarían por que les perdonásemos la vida.

Volviendo a las ofertas, podemos ofertar una ciudad (algo absurdo), aunque a veces puede interesar intercambiar ciudades (si es que aceptan)



Las ofertas más habituales son el intercambio de Oro, Puntos de Ciencia y Hombres. Para ello aparece un menú, donde podemos elegir las cantidades a intercambiar. Cabe decir que casi nunca aceptan la oferta y cuando lo hacen son ofertas prácticamente inaceptables; nunca aceptan una oferta en condiciones más o menos igualitarias, da igual que sean aliados o enemigos.


Una vez que realicemos la oferta nos saldrá una pantalla con la oferta que queremos hacer para confirmarla.



Con el segundo botón empezando por la izquierda podemos acceder a las ofertas que nos hacen nuestros aliados, que salvo raras ocasiones no serán muy buenas. Normalmente siempre te piden puntos de ciencia, salvo cuando tienes 10.000 acumulados que ya ni te mandan mensajes.



Con el tercer botón accedemos al estado de las ofertas que hemos ido haciendo a lo largo del juego, si bien no queda muy claro cuando aceptan o no una oferta.



El último botón es quizás el único interesante, nos muestra un registro de todos los eventos que se han producido en el juego. Lo que ayuda a seguir un poco el estado del mismo.




Por último, otra de las cosas que se echan mucho en falta en la Diplomacia, es poder tratar de alguna manera con las 30 naciones neutrales, ya sea comercialmente o con alianzas de algún tipo.

MAPA. 

El Mapa de situación es quizás de lo mejor del juego. Sin él no se podría jugar. Movernos con el ratón en el escenario 3D es tedioso, lento, aburrido y prácticamente imposible. La mejor forma de moverse por el mundo es usando el Mapa. Basta con poner el cursor en la ciudad o zona a la que queremos ir y pulsar el botón derecho del ratón, y apareceremos allí ("casi siempre"). Además nos da información de que edificios tiene cada ciudad, incluyendo los de las ciudades enemigas, algo muy útil a la hora de atacar. Además nos indica con un punto de color la situación de los distintos ejércitos implicados con nosotros o cerca de nuestros territorios. Por último si se produce una batalla, aunque sea entre dos naciones distintas a la nuestra, aparece un parpadeo de color rojo en la zona en la que se está produciendo, por lo que podemos acceder a ella con rapidez.



TROPAS. 

Las Tropas es otra de las cosas que llega a desesperar. Podemos elegir entre 9 tipos de tropas terrestres y 3 marítimas. Además tenemos los espías y los partisanos, y los oficiales. Vamos por partes, de las tropas marítimas, al final solo valen los buques pesados de guerra (los demás son prescindibles); de las terrestres nos quedamos con la artillería (al final haremos sólo montada, que se mueve más rápido y es barata) y de la caballería sólo usaremos los más baratos. Es decir que de 12 posibilidades usaremos sólo 3. La infantería normalmente es un estorbo, se mueve muy lentamente, y si el enemigo tiene caballería no duran ni dos minutos. Descarto la caballería especializada en cargas, porque además de ser la más cara, las cargas no funcionan el 99% de las veces. Respecto a la artillería, la diferencia de precios es tal que no merece la pena comprar los más caros que además son muy lentos. Añadir también que en el juego es muy importante la velocidad de fabricación de tropas, a más caras, más tiempo tardan en fabricarse las tropas, esta es quizás la razón más importante para irse a las más baratas (salvo en el caso de los buques).



Os habéis fijado, que he hecho mucho hincapié en la velocidad de desplazamiento de las tropas; esto se debe, desde mi punto de vista a otro de los fallos garrafales del juego. Sólo podemos construir 60 tropas. Lo que hace el juego prácticamente absurdo, ya que normalmente necesitaremos esas 60 tropas para hacer un asedio a una ciudad grande. Imaginaos que estáis en guerra con las otras 5 naciones. ¿Cómo defenderse si sólo te permiten tropas para luchar contra 1 de ellas?. Pues si no existiera un pequeño truco, a veces resultaría imposible jugar. Por eso es importante la velocidad de desplazamiento, no en todas las ciudades tendremos cuarteles, por lo que cuando fabriquemos tropas, estás tendrán que desplazarse hasta el lugar del conflicto. El tener sólo 60 tropas, presente además otros problemas adicionales, el primero de ellos que tendremos que elegir si tener tropas terrestres o marítimas, pues las dos a la vez no serán suficientes para afrontar una guerra. El segundo problema es que al tener que tener concentradas las tropas en un sólo punto, las demás ciudades (algunas a miles de kilómetros) quedan totalmente desprotegidas contra un eventual ataque. Otro problema que nos encontramos es la desproporción, esto es, podemos tener 181 ciudades, y el enemigo sólo una, pero este tendrá las mismas tropas que nosotros, lo cual es absurdo. Esta es quizás la peor parte del juego y con la que más cabreos se tienen.

Respecto a los oficiales, es bueno tener al menos uno cerca, pues eso hace que tus tropas luchen mejor, pero curiosamente el enemigo siempre intentará matar a tus generales primero, así que protégelos.

Por último vamos a hablar de las tropas del Cuerpo de Guardia. Primero comentar que todavía no he encontrado utilidad a los partisanos, así no os molestéis en hacerlos. Los que si tiene utilidad y mucha (quizás tanta que descompensa el juego) son los espías. Los espías son algo extraño en el juego, salvo en raras ocasiones en que las ciudades enemigas los matan (un 5% de las veces), nadie los ataca. Además una vez que conoces el funcionamiento de los espías, ya no luchas con tropas, ya que conquistar ciudades es más barato y rápido con espías. Cuestan 1.000 monedas de oro y 1 hombre, lo que resulta un coste muy bajo. Quizás lo peor es su tiempo de fabricación que es muy, muy largo. Pero una vez que tenemos a nuestro espía basta con mandarlo a la ciudad que queremos conquistar y la conquista, sin más. Lo único adicional que necesitas es tener oro, las ciudades pequeñas te cuesta alrededor de 5.000 monedas y las grandes 25.000. Si dispones de oro y espías conquistaras el mundo sin prácticamente perder hombres y oro. Además, lo curioso es que aunque tus tropas no pueden pasar al territorio de una nación con la que no estás en guerra o es tu aliada (las tropas se te paran en la frontera y se quedan allí, sin ni siquiera avisarte), los espias no sólo pueden traspasar todas las fronteras, sino que podemos hacernos incluso con las ciudades de nuestros aliados, sin que por ello nos declaren la guerra. Podremos conquistar así todas las ciudades del mundo, excepto las capitales enemigas, que son las que disponen de Arcos del Triunfo (a no ser que una capital enemiga haya sido conquistada antes por otra nación, en ese caso se pueden conquistar igualmente con espías). Lo único que jugar así, aunque te asegura la victoria, resulta bastante aburrido. Por último otra de las cosas que te pueden hacer desesperarte, es el hecho de que no puedes licenciar tropas, esto implica por ejemplo que si te has hecho con el control de todos los océanos, y de todas las ciudades costeras, y tienes 25 barcos, estos se quedarán allí para siempre haciendo que sólo cuentes con 35 tropas terrestres, contra las 60 de los enemigos, algo estúpido.

COMBATES. 

Los combates tampoco es que sean nada del otro mundo. En primer lugar la pantalla es tan grande que las tropas apenas se ven y cuando luchan se suelen juntar varias de ellas en un punto, por lo que hace muy difícil saber que sucede durante la lucha. Hay tropas que sin saber porque se quedan paradas, normalmente esto sucede cuando estás en superioridad, en lugar de aprovechar dicha superioridad, hay tropas que esperan a que otras sean derrotadas para atacar. Quizás una de cosas buenas del juego es que en la pantalla principal al lado del nombre de las ciudades (arriba a la derecha) te indica si hay tropas enemigas cerca de alguna ciudad, al mismo tiempo que te indica donde están las tuyas.

El tipo de combate más conseguido es el naval, tanto entre barcos de distintas naciones, como en el asedio a una ciudad por mar. De hecho es una forma fácil de conquistar una ciudad, con apenas 10 barcos podemos conquistar una ciudad grande, y con 4 una pequeña.



El combate terrestre suele ser un rollo, porque no se ve nada, y curiosamente las tropas enemigas siempre luchan mejor que las tuyas. Como ya hemos dicho para un combate puramente terrestre tener sólo caballería, con ello arrasas a la infantería y la artillería enemiga con facilidad y estás en igualdad de condiciones con la caballería enemiga. Eso sí, no lo hagas cerca de una ciudad enemiga, pues las defensas de la ciudad te machacaran con facilidad.



El combate sin duda más importante es el asedio a las ciudades. Lo importante aquí es la artillería (a más artillería, antes conquistaremos las ciudades), es importante tener también un buen número de caballería para proteger rápidamente a la artillería de las defensas terrestres de la ciudad. Dos cosas muy importantes, en primero lugar cuidado con la artillería, si no cambias la formación de esta a "formación en línea" no disparará y es como si no la tuvieras, lo segundo es que siempre se debe atacar por un sólo flanco, de lo contrario será mucho más difícil hacernos con la ciudad.


Una de las cosas que me cabrea del juego, es que cuando asedias una ciudad grande, siempre aparecen tropas para defenderla, y siempre todas a la vez, es decir, tú tardas un montón de tiempo en fabricarlas, pues ellos las fabrican de una vez (siempre tienen oro, incluso aunque ya sólo les quede una industria) y siempre hacen tropas (aunque no tengan cuartel). Lo cual es algo injusto y mal planificado por los programadores.

OTRAS CUESTIONES A TENER EN CUENTA. 

Una de las pocas cosas buenas que tiene el juego, es que según conquistes algunas ciudades o zonas, te dan recursos, reducción de costes en la fabricación o incluso otras ciudades. Te avisan de ello a través de mensaje una vez que has conquistado la ciudad o área (por ejemplo toda Sudamérica).



Por último una de las cosas más importantes del juego es poder cambiar la velocidad del mismo. Podemos desde parar el tiempo (0,0) hasta multiplicar la velocidad normal por 3,8. Esto es muy importante, sobre todo cuando tenemos muchas ciudades o frentes abiertos. Conviene parar el tiempo cuando vayamos a hacer cosas en las ciudades (como construir tropas o edificios), pues el tiempo no se detiene aunque estemos en una ciudad. También si vamos a realizar algún tipo de acuerdo diplomático. Y siempre viene bien parar el tiempo para ver cómo va la situación en su conjunto. A veces sin embargo, ya que el juego se vuelve lento, es interesante darle más velocidad, sobre todo al principio del mismo para poder así conseguir las cantidades de oro y hombres que necesitamos o simplemente para no tener que esperar a que nuestras tropas tarden siglos en construirse.

FINAL DEL JUEGO. 

El final del juego tampoco es nada del otro mundo te sale una pantalla en la que te indica que has conseguido el objetivo propuesto, y poco más.



Por último podemos acceder a unas estadísticas sobre la partida: militares, comerciales y diplomáticas. La idea está bien, pero tal como plantean las estadísticas no sirven para nada. Se echa en falta una comparativa  real y al mismo tiempo con las demás naciones y otra con respecto a otras partidas anteriores.





CONCLUSIÓN. 

Si te metes a fondo con el juego, puede que le saques algo de diversión, pero sin duda existen multitud de juegos que le dan un millón de vueltas. No es un juego para recomendar y mucho menos para guardar (el mío se lo he dado a mi hermano). Quizás si no tienes mucha experiencia en juegos de estrategia puedas sacarle algo de rendimiento.

Audio y GráficosÍndiceConsejos y Trucos


AUDIO Y GRÁFICOS - War and Peace - 1796 - 1815


El Audio es un aspecto destacable, desde el menú de inicio se dispone de una música adecuada para cada ocasión y situación. Dentro de la partida, la música cambia según el país que seamos. Por poner un ejemplo, si escogemos el Imperio Otomano, sonará una música tocada con instrumentos exóticos. Esto, unido a cierto bullicio que se percibe en las ciudades, hace que el aspecto sonoro merezca la pena. Si bien llega un momento que la música se repite tanto que llega a cansar.

En cuanto a los efectos de sonido, no son nada del otro mundo: El típico sonido de las batallas que cualquier juego posee está presente aquí. Cabe destacar los gritos de guerra de nuestros soldados, auténticos patriotas. Los franceses son los más sentidos, con su "Vive La France!"

El aspecto visual es otra cosa. El juego es en 3D, pero presenta unos gráficos bastante pobres, se ve que quieren llegar a ser buenos, pero no lo consiguen.  Es lo que mi amiga Mar, llamaría "juegos con gráficos del punto gordo". Tienen una ventaja, el zoom, aunque en este juego lo veo poco necesario, a no ser que queramos presenciar las batallas muy de cerca, y la verdad se ven más o menos igual de cerca que de lejos. La verdad es que le falta mucha calidad, mucho 3D, pero luego no sirve para nada y los soldados no se ven demasiado bien.


El movimiento de la cámara puede ser hacia cualquier dirección, si bien es un rollo manejarla, y no siempre acabas donde deseabas. Los detalles del paisaje no están del todo mal, pero tampoco son nada del otro mundo.
 

En definitiva no se puede decir que los gráficos del juego sean para presumir, la música no está mal, pero falta diversidad de piezas, por lo que terminaremos oyendo la misma melodía una y otra vez.

Tipo de JuegoÍndiceJugabilidad